SI LA VIDA TE DA LA ESPALDA CULETEALA

martes, febrero 13, 2007

CUENTOS PARA PENSAR

Me levanto por la mañana.
Salgo de mi casa.
Hay un socavón en la acera.
No lo veo y me caigo en él.

Al día siguiente
salgo de mi casa,
me olvido de que hay un socavón en la acera,
y me vuelvo a caer en él.

Al tercer día
salgo de mi casa tratando de acordarme
de que hay un socavón en la acera.
Sin embargo, no lo recuerdo,
y caigo en él.

Al cuarto día
salgo de mi casa trantando de acordarme
del socavón en la acera.
Lo recuerdo y,
a pesar de eso,
no veo el pozo y caigo en él.

Al quinto día
salgo de mi casa.
Recuerdo que tengo que tener presente
el socavón en la acera
y camino mirando al suelo.
Y lo veo y,
a pesar de verlo,
caigo en él.

Al sexto día salgo de mi casa.
Recuerdo el socavón en la acera.
Voy buscándolo con la mirada.
Lo veo,
intento saltarlo,
pero caigo en él.

Al septimo día
salgo de mi casa.
Veo el socavón.
Tomo carrerilla,
salto,
rozo con la punta de mis pies el borde del otro lado,
pero no es suficient y caigo en él.

Al octavo día,
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
salto,
¡llego al otro lado!
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido
que lo celebro dando saltos de alegria...
Y, al hacerlo,
caigo otra vez en el pozo.

Al noveno día
salgo de mi casa,
veo el socavón,
tomo carrerilla,
lo salto
y sigo mi camino.

Al décimo día,
justo hoy,
me doy cuenta
de que es más cómodo
caminar...
por la acera de enfrente.


Jorge Bucay


1 Comments:

  • At 19:47, Anonymous Anónimo said…

    es verdad

     

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